Robert B. Stone, en su libro, nos indica un plan de actuación para influir en el mejor crecimiento de una planta. Es una práctica muy sencilla que nos sirve para dejar de ser escépticos con este tema, así, estableciendo una comparativa entre dos plantas cultivadas en las mismas condiciones llegamos a la conclusión de que aquella que ha sido ayudada con nuestra energía psicotrónica se desarrolla felizmente mejor que la otra. Realmente funciona, y las pautas que se marcan en el libro son sobre unas habichuelas de judía, sin embargo puede hacerse con otro tipo de plantas si se desea, probemos:
«Remoje bien las judías por la noche. A la mañana siguiente, sepárelas y póngalas en dos vasos idénticos, uno a la izquierda, otro a la derecha. Écheles exactamente la misma cantidad de agua. Y ahora, durante varias veces al día, esté donde esté…
Visualice el vaso de la derecha. Envíe pensamientos de cariño y afecto a ese vaso de habichuelas. Ignore el recipiente de la izquierda. Mientras lo hace…
Imagine que le está echando más agua al vaso de la derecha. Utilice las manos para hacer los gestos de regar.
Vea la diferencia al cabo de dos o tres días. Las habichuelas de la derecha prosperarán con su energía psicotrónica, comparadas con las de la izquierda.
© 1978 by Parker Publishing Company, Inc. – West Nyack, N.Y. “The Magic Of Psychotronic Power”. Robert B. Stone. © Editorial Edaf. “La Magia del Poder Psicotrónico”.
Si no podéis realizar este experimento de manera exacta no importa, podéis hacerlo con cualquier planta que tengáis en vuestra casa que esté debilitada, concentrarse en ella y enviarle esos pensamientos positivos. Es importante visualizar que la regamos bien, que adquiere calor y color, a la vez que le enviamos pensamientos de cariño. La planta percibirá vuestra energía psicotrónica y al cabo de pocos días vosotros mismos podréis observar los resultados.
El caso de los animales es similar. Si tenéis una mascota en vuestra casa podéis probarlo, por ejemplo, con un perro que es demasiado inquieto y os gustaría que se tranquilizara, o un gato demasiado parado que os gustaría que fuera más vital. Yo recomiendo:
1. Sentarse en una silla cómoda con la espalda recta.
2. Relajarse tornado la vista hacia arriba y dejando cerrarse los párpados cuando éstos quieran pestañear, respirar y notar la respiración tranquilamente.
3. Visualizar vuestra mascota, visualizar vuestras manos indicándole o haciéndole entender cómo debe comportarse, o como os gustaría que fuese.
4. Visualizar a vuestra mascota actuando tal y como queréis que sea.
5. Abrir los ojos sabiendo que vuestra energía ya ha sido canalizada a vuestro animalito.
Es conveniente en estos inicios hacerlo varias veces al día, o una vez durante los primeros días. Como veis, el hecho de la relajación no supone en sí un acto de concentración máximo para llegar a un estado corporal nunca antes experimentado, es mucho más sencillo que eso.
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